“¡Oh misterioso Espíritu,
que diriges todos los hilos de nuestra vida!
Desciende hasta mi humilde morada.
Ilumíname para conseguir por medio
de los secretos azares de la lotería
el premio que ha de darme la fortuna,
y con ella, la felicidad, el bienestar y el reposo.
Penetra en mi alma.
Examínala.
Ve que mis intenciones son puras y nobles,
y que se encaminan en bien y provecho mío
y de la humanidad en general.
Yo no ambiciono las riquezas
para mostrarme egoísta y tirano.
que diriges todos los hilos de nuestra vida!
Desciende hasta mi humilde morada.
Ilumíname para conseguir por medio
de los secretos azares de la lotería
el premio que ha de darme la fortuna,
y con ella, la felicidad, el bienestar y el reposo.
Penetra en mi alma.
Examínala.
Ve que mis intenciones son puras y nobles,
y que se encaminan en bien y provecho mío
y de la humanidad en general.
Yo no ambiciono las riquezas
para mostrarme egoísta y tirano.